Iquique, 28/05/2008. - Con una emotiva eucaristía de desagravio al acto sacrílego de violentar el signo de Cristo presente en la Hostia Consagrada, perpetrado durante la madrugada del 27 de mayo en la parroquia San José de Pozo Almonte, el Vicario General de Iquique padre Guillermo Fajardo junto a las Misioneras Eucarísticas de María Inmaculada y la comunidad de la parroquial expresaron su sentir frente a los acontecimientos.
En su homilía, el párroco del templo mayor de la diócesis, dijo que estos actos violentos lejos de debilitar la fe del cristiano católico la fortalecen porque “nosotros vivimos siempre en la esperanza y tenemos el hermoso don del perdón. Por eso hoy también perdonamos a quienes cometieron estos actos y rogamos por ellos”.“No tenemos que apegarnos a las cosas materiales; Dios nos la da y también nos la quita, pero tenemos que seguir adelante, siempre trabajando por el Reino de Dios con los hermanos más necesitados”. Los HechosSi bien se robaron algunas cosas materiales: ornamentación, ropería, mercadería y loza del comedor parroquial, sin dudas lo más grave es que hayan tirado al piso la Hostias Consagrada. Esa falta de respeto con el Señor es lo que duele y molesta, señaló la superiora de la comunidad religiosa, hermana Guillermina González. También aseguró que los sujetos, quienes ingresaron al recinto parroquial por calle 21 de mayo y forzaron siete puertas y tres cajones con un fierro que dejaron al saberse descubiertos, no robaron copones y una cruz alta metálica que había en el templo. “Dejaron en el comedor una custodia pequeña, el viril de la custodia del templo y un relicario, cada uno con la hostia consagrada que al parecer pretendían llevarlos”.Fue la misma hermana Guillermina quien, pasada las 04.00 de la madrugada despertó por el ruido de “un cristal que se quebró. Como estaba dormida, pensé que pude haber estado soñando, y me quedé en silencio y traté de pensar dónde hay cristales. Recordé que estos daban a la calle y me fui a la cochera porque desde ahí podría ver qué pasaba, y vi la luz de una lámpara, entonces les dije lo que primero se me ocurrió para espantarlos: ya los vimos y viene Carabineros. Ahí corrieron y se fueron”. Hasta el lugar llegó Carabineros de Labocar y la SIP de Pozo Almonte, con el objetivo de constatar los daños y realizar los peritajes correspondientes para dar con el paradero de los autores de este hecho.
En su homilía, el párroco del templo mayor de la diócesis, dijo que estos actos violentos lejos de debilitar la fe del cristiano católico la fortalecen porque “nosotros vivimos siempre en la esperanza y tenemos el hermoso don del perdón. Por eso hoy también perdonamos a quienes cometieron estos actos y rogamos por ellos”.“No tenemos que apegarnos a las cosas materiales; Dios nos la da y también nos la quita, pero tenemos que seguir adelante, siempre trabajando por el Reino de Dios con los hermanos más necesitados”. Los HechosSi bien se robaron algunas cosas materiales: ornamentación, ropería, mercadería y loza del comedor parroquial, sin dudas lo más grave es que hayan tirado al piso la Hostias Consagrada. Esa falta de respeto con el Señor es lo que duele y molesta, señaló la superiora de la comunidad religiosa, hermana Guillermina González. También aseguró que los sujetos, quienes ingresaron al recinto parroquial por calle 21 de mayo y forzaron siete puertas y tres cajones con un fierro que dejaron al saberse descubiertos, no robaron copones y una cruz alta metálica que había en el templo. “Dejaron en el comedor una custodia pequeña, el viril de la custodia del templo y un relicario, cada uno con la hostia consagrada que al parecer pretendían llevarlos”.Fue la misma hermana Guillermina quien, pasada las 04.00 de la madrugada despertó por el ruido de “un cristal que se quebró. Como estaba dormida, pensé que pude haber estado soñando, y me quedé en silencio y traté de pensar dónde hay cristales. Recordé que estos daban a la calle y me fui a la cochera porque desde ahí podría ver qué pasaba, y vi la luz de una lámpara, entonces les dije lo que primero se me ocurrió para espantarlos: ya los vimos y viene Carabineros. Ahí corrieron y se fueron”. Hasta el lugar llegó Carabineros de Labocar y la SIP de Pozo Almonte, con el objetivo de constatar los daños y realizar los peritajes correspondientes para dar con el paradero de los autores de este hecho.
Fuente: Comunicaciones Iquique
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