El acto "Juntos con el Papa" fue convocado por la Conferencia Episcopal Italiana y la Consulta Nacional italiana de las Agrupaciones Laicas y reunió a personalidades, políticos y diversos grupos católicos.
Los aplausos y las tantas "gracias" dichas por el Santo Padre impregnaron la atmósfera del tradicional encuentro del "Regina Coeli". El Papa afirmó a todos los presentes que "el pecado" es el "verdadero enemigo a ser temido y combatido", también por la Iglesia, pues "a veces contamina a sus miembros".
"Aquí vemos presente a toda Italia. Gracias por la presencia y confianza", dijo el Papa, muchas veces interrumpido por los aplausos de los manifestantes. "Queridos amigos, hoy ustedes muestran el gran afecto y la solidaridad de la Iglesia y el pueblo italiano en el Papa y sus sacerdotes que diariamente cuidan de ustedes, para que con renovación espiritual y moral podamos siempre servir mejor a la Iglesia y al pueblo de Dios, que se dirige a nosotros con confianza", declaró.
"El Señor atrae la mirada de los Apóstoles al Cielo para indicarles como recorrer el camino del bien durante la vida terrenal. Él, todavía, permanece en la trama de la historia humana, está cerca de cada uno de nosotros y conduce nuestro camino cristiano: es compañero de los perseguidos por causa de la fe, está en el corazón de los marginados, está presente en aquellos a los cuales es negado el derecho a la vida", comentó el Pontífice.
Por ocasión del Día Mundial de las Comunicaciones Sociales, los sacerdotes fueron invitados por el Papa a utilizar los medios de comunicación "con sabiduría" en la pastoral y la evangelización. Sobre la Fiesta de la Ascensión del Señor, el Papa declaró:
El acto de apoyo al Papa tuvo inicio con una oración guiada por el presidente de la CEI, el Cardenal Angelo Bagnasco. Estuvieron presentes también personalidades del escenario público italiano, como el presidente del Senado, Renato Schifani, el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Maurizio Lupi; y el prefecto de Roma, Gianni Alemanno. La solidaridad fue expresada al Pontífice y a las víctimas de los abusos sexuales cometidos por padres católicos.
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