Ciudad del Vaticano, 1 Feb 09.- Benedicto XVI ha presidido, como cada domingo, el rezo del Ángelus desde la ventana de su despacho privado en el Vaticano. En su alocución previa al rezo mariano, el Pontífice ha recordado que hoy en Italia se celebra la Jornada por la Vida bajo el lema “la fuerza de la vida en el sufrimiento”, y en este sentido ha señalado que la eutanasia es “una falsa solución al drama del sufrimiento, una solución no digna del hombre”.
“De hecho –ha proseguido el Santo Padre- la verdadera respuesta no puede ser dejar morir, aunque sea una ‘muerte dulce’, la respuesta es testimoniar el amor que ayuda a afrontar el dolor y la agonía de forma humana. Porque estamos seguros de que ninguna lágrima, ni de quien sufre, ni de quien le está cerca, se pierde ante Dios”.
Tras este llamamiento el Papa ha confiado a la Virgen María todas las personas que sufren, y todas aquellas que trabajan cada día a su lado, al mismo tiempo que se ha unido de corazón, a los obispos italianos que celebran hoy esta Jornada por la Vida. A ellos les ha animado a anunciar la verdad.
Y tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Santo Padre ha recordado que mañana se celebra, la fiesta litúrgica de la Presentación del Señor al Templo, y la décimo tercera Jornada de la Vida Consagrada establecida por Juan Pablo II.
El Papa ha finalizado el rezo mariano del Ángelus saludando, como es tradicional, en varias lenguas. Éstas han sido sus palabras en español: “Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana y a todos los que se unen a ella a través de la radio y la televisión. Siguiendo la invitación del salmista, os invito a aclamar al Señor, a darle gracias, bendecir su Nombre y a acoger su Palabra para que no se endurezca nuestro corazón. La Santísima Virgen nos acompaña e intercede por nosotros en esta hermosa misión. Feliz domingo”.
“De hecho –ha proseguido el Santo Padre- la verdadera respuesta no puede ser dejar morir, aunque sea una ‘muerte dulce’, la respuesta es testimoniar el amor que ayuda a afrontar el dolor y la agonía de forma humana. Porque estamos seguros de que ninguna lágrima, ni de quien sufre, ni de quien le está cerca, se pierde ante Dios”.
Tras este llamamiento el Papa ha confiado a la Virgen María todas las personas que sufren, y todas aquellas que trabajan cada día a su lado, al mismo tiempo que se ha unido de corazón, a los obispos italianos que celebran hoy esta Jornada por la Vida. A ellos les ha animado a anunciar la verdad.
Y tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Santo Padre ha recordado que mañana se celebra, la fiesta litúrgica de la Presentación del Señor al Templo, y la décimo tercera Jornada de la Vida Consagrada establecida por Juan Pablo II.
El Papa ha finalizado el rezo mariano del Ángelus saludando, como es tradicional, en varias lenguas. Éstas han sido sus palabras en español: “Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana y a todos los que se unen a ella a través de la radio y la televisión. Siguiendo la invitación del salmista, os invito a aclamar al Señor, a darle gracias, bendecir su Nombre y a acoger su Palabra para que no se endurezca nuestro corazón. La Santísima Virgen nos acompaña e intercede por nosotros en esta hermosa misión. Feliz domingo”.
Radio Vaticano
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