Santiago, 5 Abr. 2010.- La Basílica de la Merced, localizada en el centro de la capital chilena, una vez más se encontraba llena de fieles. Entre sus imponentes bóvedas y columnas se podían escuchar las harmónicas notas gregorianas y penitenciales entonados por el coro de los Heraldos del Evangelio, mientras los fieles asistentes – uno a uno – se acercaban a adorar la Cruz del Salvador.
Se trataba de la tradicional Liturgia de Viernes Santo que la Iglesia celebra mundialmente todos los años.
El Párroco de la Basílica, Fray Carlos Muñoz Álvarez presidió la ceremonia acompañado de los Padres Mercedarios.
El Párroco de la Basílica, Fray Carlos Muñoz Álvarez presidió la ceremonia acompañado de los Padres Mercedarios.
Una de las partes más emocionantes de la ceremonia religiosa fue sin duda el canto de la Pasión de Cristo, según San Juan, que la feligresía escuchó llena de recogimiento, atención y piedad.
Durante la homilía, Fray Carlos Muñoz Álvarez invitó a los fieles a reflexionar en el mayor Misterio de nuestra fe, Jesús redimiendo con su muerte y con su sangre los pecados del mundo.
Durante la celebración de la liturgia, numerosos fieles pudieron recibir el sacramento de la confesión administrado por Sacerdotes Mercedarios.
Heraldos del Evangelio
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