Concepción (Chile), 8 sep 08.- Monseñor Ezzati presidió una eucaristía en la parroquia La Merced, del centro de la ciudad, a la que asistieron autoridades provinciales, comunales y consulares, pero principalmente delegaciones de distintas colonias extranjeras residentes en la zona. Llamó la atención la presencia de extranjeros que vistieron atuendos típicos.
“Recordando el fenómeno social que es la migración, con todos los aspectos positivos y desafiantes que tiene, queremos dirigirnos con nuestra humilde oración al Señor, para pedir que toda persona, más allá de su rostro, del color de su piel, de la cultura de la cual proviene, pueda encontrar el espacio que necesita para desarrollar su vocación humana”, agregó en su homilía.
Monseñor Ezzati expresó que en nuestra cultura contemporánea, las migraciones, en su mayoría, ya no son fruto de persecución y rogó para que nunca sea así. “Las migraciones han adquirido un significado del todo diverso y yo diría, su verdadero significado, es decir, el significado del derecho que asiste a cada persona de desarrollarse plenamente de acuerdo al proyecto de vida, basado en la libertad, basado en la capacidad de acogida y basado en lo que es concepto más profundo y más bello de las diferencias”, añadió.
Subrayó que las diferencias “no son para cerrar caminos, ni son para dividirnos; los dones diversos y las culturas diversas están llamadas a colaborar en un gran proyecto de hombre y de sociedad y es por eso, que frente a las diferencias, en el fenómeno social de las migraciones, hay siempre dos actitudes fundamentales: lo primero es la apertura, en saber acoger, en saber descubrir que el otro y los otros, no son una amenaza para mí; son un regalo para mí. Solamente de una actitud de corazón abierto podemos descubrir que las diferencias son un aporte para la comunión y para un proyecto más bello y más grande. La segunda condición es integrar el don que cada uno ha recibido al don común. Todos aquellos que provenimos de otras culturas, tenemos la tarea de aportar los dones que recibimos, ofreciéndolos con humildad, con sencillez, para que el don común llegue a ser más bello, más grande y más beneficioso para todos.”
Al término de la eucaristía, Monseñor Ezzati hizo entrega de un reconocimiento al Holding Bío Bío Comunicaciones, por su valiosa colaboración en las acciones que ha realizado la Pastoral de Migraciones. Recibió el estímulo el periodista Salvador Schwarztmann. La celebración concluyó con bailes típicos, sellándose con un pie de cueca.
“Recordando el fenómeno social que es la migración, con todos los aspectos positivos y desafiantes que tiene, queremos dirigirnos con nuestra humilde oración al Señor, para pedir que toda persona, más allá de su rostro, del color de su piel, de la cultura de la cual proviene, pueda encontrar el espacio que necesita para desarrollar su vocación humana”, agregó en su homilía.
Monseñor Ezzati expresó que en nuestra cultura contemporánea, las migraciones, en su mayoría, ya no son fruto de persecución y rogó para que nunca sea así. “Las migraciones han adquirido un significado del todo diverso y yo diría, su verdadero significado, es decir, el significado del derecho que asiste a cada persona de desarrollarse plenamente de acuerdo al proyecto de vida, basado en la libertad, basado en la capacidad de acogida y basado en lo que es concepto más profundo y más bello de las diferencias”, añadió.
Subrayó que las diferencias “no son para cerrar caminos, ni son para dividirnos; los dones diversos y las culturas diversas están llamadas a colaborar en un gran proyecto de hombre y de sociedad y es por eso, que frente a las diferencias, en el fenómeno social de las migraciones, hay siempre dos actitudes fundamentales: lo primero es la apertura, en saber acoger, en saber descubrir que el otro y los otros, no son una amenaza para mí; son un regalo para mí. Solamente de una actitud de corazón abierto podemos descubrir que las diferencias son un aporte para la comunión y para un proyecto más bello y más grande. La segunda condición es integrar el don que cada uno ha recibido al don común. Todos aquellos que provenimos de otras culturas, tenemos la tarea de aportar los dones que recibimos, ofreciéndolos con humildad, con sencillez, para que el don común llegue a ser más bello, más grande y más beneficioso para todos.”
Al término de la eucaristía, Monseñor Ezzati hizo entrega de un reconocimiento al Holding Bío Bío Comunicaciones, por su valiosa colaboración en las acciones que ha realizado la Pastoral de Migraciones. Recibió el estímulo el periodista Salvador Schwarztmann. La celebración concluyó con bailes típicos, sellándose con un pie de cueca.
Fuente: Iglesia.cl
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