Ciudad del Vaticano, 15 oct 08.- La Iglesia “no es un simple edificio”, ni la suma de las iglesias locales, sino el Cuerpo viviente de Cristo en la fe, la Asamblea convocada por Dios en cualquier lugar y en cualquier tiempo de la historia. Lo ha afirmado Benedicto XVI en el curso de su catequesis de la Audiencia General de esta mañana en la plaza de San Pedro, ante más de 30 mil fieles y peregrinos.
Partiendo del concepto de Iglesia, introducido por San Pablo, que fue el primero en adaptar el término griego ekklesia, que indica literalmente ‘asamblea convocada por Dios’, el Papa ha señalado que existen “dos interpretaciones”: una de ellas de “carácter sociológico, según la cual el cuerpo está constituido por sus partes y no existiría sin ellas”. Para san Pablo, ha explicado el Pontífice “todos los miembros son necesarios para que el cuerpo pueda realizar su organicidad”, todos son necesarios para construir la unidad de la Iglesia”.
La Iglesia, sin embargo, “no es solamente un organismo, sino que se convierte en Cuerpo de Cristo, de manera real, en el sacramento de la Eucaristía, donde todos recibimos su cuerpo, y recibiéndolo nos convertimos realmente en su cuerpo y se realiza así el misterio de la unidad”. Gracias a las novedades de concepción paulina, pues, “Dios no habita en edificios de piedra, sino que el lugar de la presencia de Dios en el mundo es la comunidad de los creyentes: este es el templo donde Dios habita en el mundo”. Pablo nos recuerda –ha concluido Benedicto XVI. Que la Iglesia no es suya ni nuestra, son Cuerpo de Cristo e Iglesia de Dios”
Fuente: Radio Vaticano
Partiendo del concepto de Iglesia, introducido por San Pablo, que fue el primero en adaptar el término griego ekklesia, que indica literalmente ‘asamblea convocada por Dios’, el Papa ha señalado que existen “dos interpretaciones”: una de ellas de “carácter sociológico, según la cual el cuerpo está constituido por sus partes y no existiría sin ellas”. Para san Pablo, ha explicado el Pontífice “todos los miembros son necesarios para que el cuerpo pueda realizar su organicidad”, todos son necesarios para construir la unidad de la Iglesia”.
La Iglesia, sin embargo, “no es solamente un organismo, sino que se convierte en Cuerpo de Cristo, de manera real, en el sacramento de la Eucaristía, donde todos recibimos su cuerpo, y recibiéndolo nos convertimos realmente en su cuerpo y se realiza así el misterio de la unidad”. Gracias a las novedades de concepción paulina, pues, “Dios no habita en edificios de piedra, sino que el lugar de la presencia de Dios en el mundo es la comunidad de los creyentes: este es el templo donde Dios habita en el mundo”. Pablo nos recuerda –ha concluido Benedicto XVI. Que la Iglesia no es suya ni nuestra, son Cuerpo de Cristo e Iglesia de Dios”
Fuente: Radio Vaticano
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