El Cardenal Cipriani, que se encuentra en la capital mexicana participando en el IV Encuentro Mundial de las Familias, afirmó en su homilía que llegó como un peregrino más a este templo para manifestar su amor filial a la Virgen de Guadalupe.
“Permíteme Madre poner en tus manos a las familias de todo el mundo, especialmente a las familias peruanas. Míranos con compasión. Limpia nuestras vidas. Fortalécenos. Ayúdanos a llevar una vida feliz y alegre uniéndonos al Santo Padre Benedicto XVI”, afirmó el Purpurado ante unos cinco mil peregrinos de todo México.
El Arzobispo aseguró estar muy impresionado por la piedad de los mexicanos y su amor a la Virgen de Guadalupe, y dijo recordar el amor que los peruanos expresan al Señor de los Milagros. Dijo que ambos pueblos son muy parecidos por su profunda fe.
En este sentido, consideró que quienes siguen a María encuentran a Jesús y quienes siguen a Jesús terminan encontrando a su Madre.
El Cardenal Cipriani fue invitado por el cabildo de la Basílica a presidir la llamada Misa Conventual, la más importante del día, que fue concelebrada por los canónigos del templo, obispos de Estados Unidos y los otros dos pastores peruanos que participan en la cita mundial: el Arzobispo de Piura, Mons. José Antonio Eguren, y el Obispo de Chiclayo, Mons. Jesús Moliné.
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