Ciudad del Vaticano, 22 Feb. 09.-- En su Mensaje para la Cuaresma de este año, Benedicto XVI desea detenerse, en particular, sobre el valor y el sentido del ayuno, que junto con la oración y la limosna, conforma las tres prácticas penitenciales que nos ayudan a recorrer este tiempo de preparación espiritual y a disponernos mejor a celebrar la Pascua de Resurrección de Cristo.
«Privarse del alimento material que nutre el cuerpo facilita una disposición interior a escuchar a Cristo y a nutrirse de su palabra de salvación», señala el Papa en su Mensaje, con el anhelo de que «en cada familia y comunidad cristiana se valore la Cuaresma para alejar todo lo que distrae el espíritu y para intensificar lo que alimenta el alma y la abre al amor de Dios y del prójimo». El Prelado de la Prelatura Personal del Opus Dei, Javier Echevarría Rodríguez, destaca ante nuestros micrófonos la alegría con la que debemos acoger la exhortación y el magisterio de Benedicto XVI, que «nos orienta hacia una mejor intimidad con Cristo»
«Privarse del alimento material que nutre el cuerpo facilita una disposición interior a escuchar a Cristo y a nutrirse de su palabra de salvación», señala el Papa en su Mensaje, con el anhelo de que «en cada familia y comunidad cristiana se valore la Cuaresma para alejar todo lo que distrae el espíritu y para intensificar lo que alimenta el alma y la abre al amor de Dios y del prójimo». El Prelado de la Prelatura Personal del Opus Dei, Javier Echevarría Rodríguez, destaca ante nuestros micrófonos la alegría con la que debemos acoger la exhortación y el magisterio de Benedicto XVI, que «nos orienta hacia una mejor intimidad con Cristo»
Radio Vaticano
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