Durante la Misa celebrada en la Catedral Metropolitana, el Prelado recordó el aporte que sus seis predecesores hicieron a la sociedad salvadoreña, entre ellos recordó a Mons. Oscar Arnulfo Romero, asesinado en la década de los 80’s. "Mons. Oscar Romero, obispo mártir, tuvo la dicha de unir su sangre con Cristo en la liturgia", expresó.
El Prelado, que reemplaza a Mons. Fernando Sáenz Lacalle, también se dirigió al nuevo gobierno que llegue a partir del 1 de junio. Le pidió "trabajar por el bien de todos, fomentando la justicia social, combatiendo la pobreza y logrando el desarrollo del país".
A la ceremonia asistieron obispos de Centroamérica, México y Panamá, más de cuatrocientos sacerdotes y diversas autoridades locales, entre ellos el Presidente Elías Antonio Saca.
ACI
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