El Papa a su llegada a la Catedral de Santiago de Compostela |
Ciudad del Vaticano.- Retornar a la fe cristiana y servir al hombre fue el fuerte apelo lanzado a Europa por Benedicto XVI este sábado, en la homilía de la misa realizada en la Plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela. La ceremonia presidida por el Pontífice fue la última etapa de su pasaje por la tierra del apóstol Santiago, antes de partir para Barcelona.
"Europa debe abrirse a Dios, ir a su encuentro sin miedo, trabajar con su gracia por la dignidad del hombre", dijo el Papa, delante de una enorme multitud de fieles.
Benedicto XVI resaltó en su homilía que el cristianismo no es "una iniciativa o un proyecto humano", sino de Dios, para llevar la "justicia a todos aquellos que son, injustamente, los humillados de la Historia". Por esto, "servir al hermano no es más una mera opción, sino parte esencial del propio ser", reafirmó el Papa. Y ese servir como cristiano "no se mide con base en los criterios mundanos de lo inmediato, lo material y lo aparente", sino se basa en la lógica del amor y el servicio, dijo.
"Es una tragedia que en Europa, principalmente en el siglo XIX, se afirmase y difundiese la convicción que Dios era el antagonista del hombre y el enemigo de su libertad. La condición de la fe se tornó público silencioso sobre la realidad primera y esencial de la vida humana", lamentó Benedicto XVI. Es "necesario que Dios vuelva - continuó el Papa - a resonar alegremente bajo los cielos de Europa". El Papa pidió que Dios sea respetado y redescubierto "en la vida de todos los días, en el silencio del trabajo, el amor fraterno y las dificultades que los años traen consigo".
El Santo Padre destacó también la importancia de la cruz en la historia europea, pidiendo que ella bendiga a todos los pueblos del continente. "Cruz y amor, cruz y luz fueron sinónimos en la historia de Europa basada en la fe cristiana. Este don y perdón debe ser también hoy la estrella polar en la noche del tiempo".
Benedicto XVI dijo también que Europa tiene un importante deber en el desarrollo de la ciencia y las tecnologías, y que debe ser también la Europa de la "apertura a la transcendencia y la fraternidad con otros continentes". Para el Papa, la misión de la Iglesia en Europa es la misma, y clara: dar su contribución para "salvaguardar a Dios y al hombre".
Gaudium Press
No hay comentarios:
Publicar un comentario