Ciudad del Vaticano, 21 jul 08.- Cuando en Roma eran algo más de la una y media de la madrugada, las 9 y media de la mañana en Sydney, en el Aeropuerto Internacional de esta ciudad ha comenzado la ceremonia de despedida del Santo Padre de Australia, a donde llegó el pasado domingo para presidir la clausura de la XXIII Jornada Mundial de al Juventud. Benedicto XVI ha pronunciado su último discurso en tierras australianas antes de subir al avión que le ha trasladado al aeropuerto de Darwin para emprender el viaje de regreso a Roma.
Al comienzo del discurso el Papa ha dado las gracias a las autoridades civiles y a la comunidad empresarial por la amabilidad que han tenido con él y con todos los participantes en la Jornada Mundial de la Juventud. “Un acontecimiento de este género, ha dicho, requiere un inmenso trabajo de preparación y organización, y estoy seguro de hablar en nombre de muchos miles de jóvenes al expresar mi aprecio y gratitud a todo vosotros y, en particular, a las familias que en Australia y Nueva Zelanda han hecho hueco en sus casas para acoger a los jóvenes. Habéis abierto vuestras puertas y vuestros corazones a la juventud del mundo y, en nombre de estos jóvenes, os lo agradezco”.
“En los días pasados, los actores principales en el escenario han sido, obviamente, los jóvenes mismos. La Jornada Mundial de la Juventud les pertenece a ellos. Ellos han sido los que han hecho de esta Jornada un acontecimiento eclesial de carácter global, una gran celebración de la juventud, una gran celebración de lo que significa ser Iglesia, el Pueblo de Dios en medio del mundo, unido en la fe y en el amor, y que el Espíritu ha hecho capaz de llevar el testimonio de Cristo resucitado hasta los confines de la tierra. Les doy las gracias por haber venido, les doy las gracias por su participación, y ruego para que tengan un viaje seguro de regreso. Sé que los jóvenes, sus familias y personas amigas, han hecho en muchos casos grandes sacrificios para que pudieran llegar a Australia. Por todo eso, toda la Iglesia les está reconocida”.
En este punto del discurso, Benedicto XVI ha recordado los puntos más significativos vividos durante estos días afirmando que, “La Jornada Mundial de la Juventud nos ha enseñado que la Iglesia puede alegrarse con los jóvenes de hoy y estar llena de esperanza por el mundo del mañana”.
“Queridos amigos, mientras me despido de Sydney, pido a Dios que dirija su mirada amorosa sobre esta ciudad, sobre este país y sobre sus habitantes. Le ruego que muchos de ellos se inspiren en el ejemplo de compasión y servicio de la Beata a Mary MacKillop. Y, a la vez que os saludo, llevando en el corazón sentimientos de profunda gratitud, digo una vez más: que Dios bendiga al pueblo de Australia”.
En la ceremonia de despedida, junto con la gratitud y el gran aprecio del pueblo australiano hacia el Santo Padre, el primer ministro Kevin Rudd ha anunciado que próximamente ya no será en Dublín la sede del embajador de Australia ante la Sede, porque la nación australiana abrirá una representación en Roma. El mandatario anunció también que el nuevo embajador ante la Sede apostólica será el antiguo primer ministro Timothy Andrei Fischer.
Fuente: Radio Vaticano
En este punto del discurso, Benedicto XVI ha recordado los puntos más significativos vividos durante estos días afirmando que, “La Jornada Mundial de la Juventud nos ha enseñado que la Iglesia puede alegrarse con los jóvenes de hoy y estar llena de esperanza por el mundo del mañana”.
“Queridos amigos, mientras me despido de Sydney, pido a Dios que dirija su mirada amorosa sobre esta ciudad, sobre este país y sobre sus habitantes. Le ruego que muchos de ellos se inspiren en el ejemplo de compasión y servicio de la Beata a Mary MacKillop. Y, a la vez que os saludo, llevando en el corazón sentimientos de profunda gratitud, digo una vez más: que Dios bendiga al pueblo de Australia”.
En la ceremonia de despedida, junto con la gratitud y el gran aprecio del pueblo australiano hacia el Santo Padre, el primer ministro Kevin Rudd ha anunciado que próximamente ya no será en Dublín la sede del embajador de Australia ante la Sede, porque la nación australiana abrirá una representación en Roma. El mandatario anunció también que el nuevo embajador ante la Sede apostólica será el antiguo primer ministro Timothy Andrei Fischer.
Fuente: Radio Vaticano
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