Santiago de Chile, 28 jul 08.- Monseñor Cristián Contreras Villarroel, Obispo Auxiliar de Santiago, presidió una Eucaristía en la Catedral Metropolitana por el 187º aniversario de la Independencia del Perú. La Acción de Gracias fue concelebrada por el presbítero Rodrigo Tupper, Vicario de Pastoral Social y de los Trabajadores y el Padre Isaldo Betín, director del departamento de migraciones de la diócesis. Entre los asistentes se encontraba el embajador de Perú en Chile, señor Hugo Otero; representantes del cuerpo diplomático de otros países latinoamericanos, autoridades militares, destacados empresarios e integrantes de la numerosa comunidad peruana residente en nuestro país.
“Amanece nuevamente un 28 de julio para la República hermana del Perú. Esto nos lleva a abrir los labios y los corazones para bendecir al Señor y para poner nuestros proyectos en la perspectiva de la sabiduría de Dios”, dijo al iniciar su homilía Monseñor Contreras, donde llamó a ser acogedores, tal como el Evangelio lo pide.
“Bendecimos a Dios por la herencia espiritual y de santidad del Perú. Allí están sus magnos santos: Santa Rosa de Lima, patrona de América Latina; San Francisco Solano, San Martín de Porres o de Lima; Santo Toribio de Mogrovejo, patrono de los Obispos. Unos nacidos en la tierra peruana, otros peruanos por adopción. No sin razón podríamos llamar al Perú la nación de los santos de América Latina. Gracias Perú por este enorme regalo a la Iglesia Latinoamericana y Universal”, señaló.
Monseñor Cristián Contreras también dio gracias a Dios por la delegación de jóvenes peruanos presentes en la Jornada Mundial de la Juventud realizada recientemente en Sydney, junto al Papa Benedicto XVI, “ellos son un nuevo amanecer, también para el Perú”, aseguró.
El alma de los países
“La historia y la Iglesia nos han enseñado que los pueblos, como Chile y Perú, tienen alma, es decir, no son sólo un conjunto de personas, instituciones y organizaciones que se reconocen en un determinado territorio bajo una misma bandera. Son mucho más que eso”, expresó haciendo referencia al concepto de “alma de Chile”, acuñado por el Cardenal Raúl Silva Henríquez como una invitación a la comunión valórica. “Conmemorar 187 años de la independencia del Perú es una ocasión para ustedes de discernir, una vez más, acerca de sus valores patrios, de aquellas costumbres y principios asentados en su historia y su familia y que, pese a estar lejos de su patria natal, hoy continúan cultivándolos en este Chile que los acoge con cariño. Muchos de estos valores son compartidos entre chilenos y peruanos”, aseguró.
La fe y su aporte a la integración
A continuación, el Obispo Auxiliar de Santiago mencionó el documento conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano como una luz que ayude a la integración en nuestros países. En este sentido destacó el desafío por optar y colaborar con la cultura de la vida ayudando a progresar integralmente como personas y como pueblos en este mundo global, concientes de los cambios culturales que se despliegan. “La vida sólo se desarrolla plenamente en la comunión fraterna y justa”, aclaró el Obispo, “también tomamos conciencia que la vida se alcanza y se madura en la medida en que se entrega para dar vida a los otros. En esto consiste, en definitiva, el rol de la Iglesia y el aporte de la fe”, indicó aludiendo el Evangelio: “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”.
Finalmente, Monseñor Contreras resaltó la fraternidad entre ambos países diciendo: “Que las hermanas naciones de Chile y Perú puedan unirse con corazón fraterno para alabar y bendecir a Dios en un nuevo aniversario de la independencia del Perú y que de esta celebración litúrgica brote un renovado compromiso por hacer crecer a nuestros pueblos según la luz del Evangelio, luz que iluminó los albores de la República y que hoy han de alumbrar el destino de nuestras naciones”.
Agradecimiento
El embajador de Perú en Chile, señor Hugo Otero, fue el encargado de agradecer a la Iglesia de Santiago por la Eucaristía. “Nos encontramos bajo el amparo de la centenaria y venerada santa Rosa de Lima, que está presente en la parte superior derecha de este altar y también en el frontis de esta histórica Catedral. Santa Rosa es testimonio de la antigua tradición religiosa que comparten nuestros pueblos. Es herencia común y su imagen es símbolo de fraternidad (…) El destino de nuestras dos naciones es la unidad. Viva el Perú. Viva Chile”, sentenció el diplomático.
Fuente: Iglesia.cl
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