Quito (Ecuador), 18 ago 08.- Mons. Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida, fue el anfitrión de la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe en mayo de 2007, un momento de gracia, un nuevo Pentecostés para la Iglesia que peregrina en nuestro continente. Meses después, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) eligió a Mons. Damasceno como su nuevo Presidente, sucediendo al Cardenal Francisco Javier Errázuriz, arzobispo de Santiago de Chile, principal organizador de la V Conferencia. Este domingo 17 de agosto el arzobispo brasileño ha lanzado la Misión Continental, al término de la multitudinaria Misa de clausura del tercer Congreso Americano Misionero (CAM3-Comla8) en Quito, Ecuador.
La ceremonia contó con la presencia del enviado especial del Papa Benedicto XV, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo y Primado de América, de las máximas autoridades del CELAM, de las 22 Conferencias Episcopales del América latina y El Caribe, y de la Iglesia local de Ecuador.
El Presidente del CELAM, Mons. Raymundo Damasceno, señaló que la Misión propuesta por Aparecida compromete a "Obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados/as, laicos/as" para expresar el "amor de Dios a todos, especialmente a los pobres y a los que sufren, socorriéndolos en sus necesidades más urgentes como también en la defensa de sus derechos y en la promoción común de una sociedad fundamentada en la justicia, la solidaridad y la paz".
"La Misión Continental quiere promover la conciencia y la acción misionera permanente para que el espíritu misionero penetre toda nuestra vida y las estructuras de la Iglesia", expresó. Según dijo, la misión implica "seguir a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida" como "discípulos suyos y obedientes a su mandato: ir al encuentro de los alejados, de los olvidados y abandonados, a los constructores de la sociedad para anunciar la Buena Nueva de la salvación a todos, para que en Jesucristo tengan vida y vida en abundancia".
"Inspirados en el Testimonio de San Pablo, incansable evangelizador y audaz misionero, y en el de tantas y tantos evangelizadores y misioneros que en nuestro Continente han sido ejemplo y testimonio de entrega total a la causa del Evangelio y al servicio de los mas pobres, iniciemos nuestra Misión Continental permanente bajo la protección de la Santísima Virgen María, invocada con los títulos de Santa María de Guadalupe y de Nuestra Señora Aparecida", dijo el Presidente del CELAM.
Mons. Damasceno explicó que el CELAM animará la Misión Continental que debe realizarse en las "diócesis, parroquias y comunidades, porque estamos convencidos de que conocer a Jesucristo es el mejor regalo que uno puede recibir; haberlo encontrado en la fe y seguirlo es lo mejor que a una persona le puede suceder y, anunciarlo con nuestra palabra y obras es nuestra mayor alegría".
Al terminar su mensaje, hizo entrega a los presidentes de las Conferencias Episcopales de América "la Sagrada Escritura y el Retablo, que representa la Ascensión del Señor" que fuera un "regalo del Santo Padre Benedicto XVI" y que son "signos expresivos de la Misión Continental", según dijo, al tiempo de proponer que "inicien con fervor y entusiasmo de discípulos la Misión Continental fundada en la roca de la Palabra de Dios y den así cumplimiento al mandato del Señor, antes de subir al cielo,: "vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que Yo les he mandado y Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo".
En representación del Episcopado chileno recibió la Palabra de Dios y el tríptico Mons. Gonzalo Duarte, obispo de Valparaíso y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Chile.
Fuente: Iglesia.clLa ceremonia contó con la presencia del enviado especial del Papa Benedicto XV, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo y Primado de América, de las máximas autoridades del CELAM, de las 22 Conferencias Episcopales del América latina y El Caribe, y de la Iglesia local de Ecuador.
El Presidente del CELAM, Mons. Raymundo Damasceno, señaló que la Misión propuesta por Aparecida compromete a "Obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados/as, laicos/as" para expresar el "amor de Dios a todos, especialmente a los pobres y a los que sufren, socorriéndolos en sus necesidades más urgentes como también en la defensa de sus derechos y en la promoción común de una sociedad fundamentada en la justicia, la solidaridad y la paz".
"La Misión Continental quiere promover la conciencia y la acción misionera permanente para que el espíritu misionero penetre toda nuestra vida y las estructuras de la Iglesia", expresó. Según dijo, la misión implica "seguir a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida" como "discípulos suyos y obedientes a su mandato: ir al encuentro de los alejados, de los olvidados y abandonados, a los constructores de la sociedad para anunciar la Buena Nueva de la salvación a todos, para que en Jesucristo tengan vida y vida en abundancia".
"Inspirados en el Testimonio de San Pablo, incansable evangelizador y audaz misionero, y en el de tantas y tantos evangelizadores y misioneros que en nuestro Continente han sido ejemplo y testimonio de entrega total a la causa del Evangelio y al servicio de los mas pobres, iniciemos nuestra Misión Continental permanente bajo la protección de la Santísima Virgen María, invocada con los títulos de Santa María de Guadalupe y de Nuestra Señora Aparecida", dijo el Presidente del CELAM.
Mons. Damasceno explicó que el CELAM animará la Misión Continental que debe realizarse en las "diócesis, parroquias y comunidades, porque estamos convencidos de que conocer a Jesucristo es el mejor regalo que uno puede recibir; haberlo encontrado en la fe y seguirlo es lo mejor que a una persona le puede suceder y, anunciarlo con nuestra palabra y obras es nuestra mayor alegría".
Al terminar su mensaje, hizo entrega a los presidentes de las Conferencias Episcopales de América "la Sagrada Escritura y el Retablo, que representa la Ascensión del Señor" que fuera un "regalo del Santo Padre Benedicto XVI" y que son "signos expresivos de la Misión Continental", según dijo, al tiempo de proponer que "inicien con fervor y entusiasmo de discípulos la Misión Continental fundada en la roca de la Palabra de Dios y den así cumplimiento al mandato del Señor, antes de subir al cielo,: "vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que Yo les he mandado y Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo".
En representación del Episcopado chileno recibió la Palabra de Dios y el tríptico Mons. Gonzalo Duarte, obispo de Valparaíso y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Chile.
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