Caracas (Venezuela), 18 ago 08.- El Obispo de San Cristóbal (Venezuela), Mons. Mario Moronta Rodríguez, exhortó a los feligreses a evangelizar a todas las personas sin excepción, especialmente a "los alejados y los que no conocen la Palabra de Dios" pues Jesús no ha venido solo para algunos sino para toda la humanidad.
Al comentar el pasaje del encuentro de Jesús con la mujer cananea, el Prelado señaló que "la enseñanza es clara". Los cananeos "no eran judíos y adoraban más bien ídolos" y por eso su fama "no era muy buena dentro del pueblo de Israel", sin embargo "Jesús manifiesta que su fe era grande y cura a su hija enferma", mostrando que "no ha venido solo para la gente de Israel" y que "para Dios no hay acepción de personas", aseveró.
"Jesús, el Salvador ha venido a cumplir la voluntad del Padre Dios, pero no para unos pocos sino para todos" y con "la sanación de la hija, la mujer cananea entiende que también a ellos, los que no estaban convidados a la mesa podían servirse aún de las migajas", destacó. "Se trataba de la apertura a la universalidad de la salvación", agregó.
Asimismo, Mons. Moronta indicó que este "relato evangélico nos tiene que ayudar a iluminar nuestra existencia" pues al igual que Cristo, "también nosotros estamos llamados a evangelizar, a partir el pan de la Palabra a todos, sin excepción", aunque a veces "podemos caer en la tentación de ir solo a un grupo de más cercanos".
Tras afirmar que "la misión de la Iglesia incluye los alejados y los que no conocen la Palabra de Dios", precisó que "lo que nos corresponde a todos nosotros es imitar y actuar en nombre de Jesús: dar el pan a todos".
"El Señor nos invita, de acuerdo a este relato evangélico, a que nos arriesguemos como lo hizo aquella mujer cananea: el descubrimiento de la persona de Jesús le hizo pedir algunas migajas, pero el Señor le dio mucho más, el pan de la sanación para su hija", concluyó el Prelado.
Fuente: ACI
Al comentar el pasaje del encuentro de Jesús con la mujer cananea, el Prelado señaló que "la enseñanza es clara". Los cananeos "no eran judíos y adoraban más bien ídolos" y por eso su fama "no era muy buena dentro del pueblo de Israel", sin embargo "Jesús manifiesta que su fe era grande y cura a su hija enferma", mostrando que "no ha venido solo para la gente de Israel" y que "para Dios no hay acepción de personas", aseveró.
"Jesús, el Salvador ha venido a cumplir la voluntad del Padre Dios, pero no para unos pocos sino para todos" y con "la sanación de la hija, la mujer cananea entiende que también a ellos, los que no estaban convidados a la mesa podían servirse aún de las migajas", destacó. "Se trataba de la apertura a la universalidad de la salvación", agregó.
Asimismo, Mons. Moronta indicó que este "relato evangélico nos tiene que ayudar a iluminar nuestra existencia" pues al igual que Cristo, "también nosotros estamos llamados a evangelizar, a partir el pan de la Palabra a todos, sin excepción", aunque a veces "podemos caer en la tentación de ir solo a un grupo de más cercanos".
Tras afirmar que "la misión de la Iglesia incluye los alejados y los que no conocen la Palabra de Dios", precisó que "lo que nos corresponde a todos nosotros es imitar y actuar en nombre de Jesús: dar el pan a todos".
"El Señor nos invita, de acuerdo a este relato evangélico, a que nos arriesguemos como lo hizo aquella mujer cananea: el descubrimiento de la persona de Jesús le hizo pedir algunas migajas, pero el Señor le dio mucho más, el pan de la sanación para su hija", concluyó el Prelado.
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