Ciudad del Vaticano, 16 nov 08.- Después de rezar el Ángelus, el Papa observó que el próximo 21 de noviembre, memoria litúrgica de la Presentación de Santa María en el Templo, se celebra la Jornada pro Orantibus, por las comunidades religiosas de clausura.
“Demos gracias al Señor por las hermanas y hermanos que han abrazado esta misión -dijo-, dedicándose totalmente a la oración y que viven de lo que reciben de la Providencia. Recemos también nosotros por ellos y por las nuevas vocaciones, y comprometámonos a sostener los monasterios en sus necesidades materiales. Queridas hermanas y hermanos: vuestra presencia en la Iglesia y en el mundo es indispensable. ¡Estoy junto a vosotros y os bendigo con gran afecto!”.
Posteriormente, Benedicto XVI recordó "de manera especial a las personas fallecidas a causa de un accidente de tráfico. Rezamos por su descanso eterno y por el consuelo de sus familias, en luto por su pérdida. Ruego para que todos -conductores, pasajeros y peatones- presten atención a las palabras de san Pablo en la liturgia de la Palabra de hoy: “Estemos en vela y mantengámonos sobrios". Nuestro comportamiento en la carretera debería caracterizarse por la responsabilidad, la consideración y el respeto a los demás. Que la Virgen María nos conduzca con seguridad por las calles y autopistas del mundo", concluyó.
“Demos gracias al Señor por las hermanas y hermanos que han abrazado esta misión -dijo-, dedicándose totalmente a la oración y que viven de lo que reciben de la Providencia. Recemos también nosotros por ellos y por las nuevas vocaciones, y comprometámonos a sostener los monasterios en sus necesidades materiales. Queridas hermanas y hermanos: vuestra presencia en la Iglesia y en el mundo es indispensable. ¡Estoy junto a vosotros y os bendigo con gran afecto!”.
Posteriormente, Benedicto XVI recordó "de manera especial a las personas fallecidas a causa de un accidente de tráfico. Rezamos por su descanso eterno y por el consuelo de sus familias, en luto por su pérdida. Ruego para que todos -conductores, pasajeros y peatones- presten atención a las palabras de san Pablo en la liturgia de la Palabra de hoy: “Estemos en vela y mantengámonos sobrios". Nuestro comportamiento en la carretera debería caracterizarse por la responsabilidad, la consideración y el respeto a los demás. Que la Virgen María nos conduzca con seguridad por las calles y autopistas del mundo", concluyó.
Fuente: Radio Vaticano
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