Ciudad del Vaticano, 27 nov 08.- El Santo Padre Benedicto XVI ha transmitido su profunda consternación ante el brote de violencia que ha enlutado la India. Un grupo terrorista lanzó ayer una serie de ataques en la ciudad de Bombay, capital económica de este país, con granadas, tiroteos, explosiones, asalto a hoteles y toma de rehenes, que causó la muerte a más de un centenar de personas y heridas a cerca de trescientas.
En un telegrama enviado al cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay; el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, ruega que manifieste «sus sentidas condolencias a los familiares de los que han perdido sus vidas en estos ataques brutales, y que asegure su cercanía espiritual a las autoridades públicas, a los ciudadanos y a todos los afectados».
«El Papa dirige un apremiante llamamiento para que se ponga fin a todos los actos de terrorismo, que ofenden gravemente a toda la familia humana y desestabilizan seriamente la paz y la solidaridad necesarias para construir una civilización, verdaderamente digna de la noble vocación de la humanidad, de amor a Dios y al prójimo. Benedicto XVI reza por el descanso de las almas de las víctimas e implora de Dios el don de la fortaleza y del consuelo sobre todos los heridos».
En un telegrama enviado al cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay; el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, ruega que manifieste «sus sentidas condolencias a los familiares de los que han perdido sus vidas en estos ataques brutales, y que asegure su cercanía espiritual a las autoridades públicas, a los ciudadanos y a todos los afectados».
«El Papa dirige un apremiante llamamiento para que se ponga fin a todos los actos de terrorismo, que ofenden gravemente a toda la familia humana y desestabilizan seriamente la paz y la solidaridad necesarias para construir una civilización, verdaderamente digna de la noble vocación de la humanidad, de amor a Dios y al prójimo. Benedicto XVI reza por el descanso de las almas de las víctimas e implora de Dios el don de la fortaleza y del consuelo sobre todos los heridos».
Fuente: Radio Vaticano
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