Ciudad del Vaticano, 24 jul 08.- Benedicto XVI ha escrito un mensaje a los obispos africanos responsables de la pastoral cultural que participan en el congreso organizado en Bagamoyo (Tanzania) por el Pontificio Consejo de la Cultura sobre el tema: "Perspectivas pastorales para la nueva evangelización en el contexto de la globalización y sus efectos en las culturas africanas".
En el mensaje, leído ayer al comienzo del congreso, el Papa recuerda que "evangelizar la cultura y enculturar el Evangelio es una misión antigua pero siempre nueva" y pide a los prelados que encuentren "modos nuevos y eficaces de presentar la verdad inmutable del Evangelio y especialmente los valores de la alegría de la vida, del respeto por el niño todavía no nacido, el importante papel de la familia y el profundo sentido de comunión y solidaridad presentes en las culturas africanas".
El congreso, que durará cuatro días, se abrió ayer con la Santa Misa presidida por el cardenal Polycarp Pengo, arzobispo de Dar-es-Salaam (Tanzania) . Después del mensaje del Papa se leyó la intervención del arzobispo Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, titulada "Los retos culturales del secularismo propagados a través de la globalización". Entre estos desafíos, el arzobispo citaba "el olvido del bien común, los comportamientos sociales guiados por lógicas mercantiles, la destrucción de los modelos de vida transmitidos por la familia, la escuela y la parroquia, la exaltación del individualismo".
Los países más pobres, observaba el arzobispo, son los más expuestos a los peligros de una globalización mal entendida, que lleva a "la destrucción de los valores ligados a las tradiciones culturales ancestrales, la desestabilización de las conciencias y el desarraigo cultural de enteras generaciones atrapadas en una espiral que las lleva de la pobreza a la miseria".
Pero precisamente en un contexto de secularización globalizada, concluye, la Iglesia puede descubrir cómo hacer que resurja "el humanismo cristiano" y "proponer de nuevo los grandes valores morales", con "la Palabra de Dios capaz de fecundar los desiertos de la indiferencia y la superficialidad".
En el mensaje, leído ayer al comienzo del congreso, el Papa recuerda que "evangelizar la cultura y enculturar el Evangelio es una misión antigua pero siempre nueva" y pide a los prelados que encuentren "modos nuevos y eficaces de presentar la verdad inmutable del Evangelio y especialmente los valores de la alegría de la vida, del respeto por el niño todavía no nacido, el importante papel de la familia y el profundo sentido de comunión y solidaridad presentes en las culturas africanas".
El congreso, que durará cuatro días, se abrió ayer con la Santa Misa presidida por el cardenal Polycarp Pengo, arzobispo de Dar-es-Salaam (Tanzania) . Después del mensaje del Papa se leyó la intervención del arzobispo Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, titulada "Los retos culturales del secularismo propagados a través de la globalización". Entre estos desafíos, el arzobispo citaba "el olvido del bien común, los comportamientos sociales guiados por lógicas mercantiles, la destrucción de los modelos de vida transmitidos por la familia, la escuela y la parroquia, la exaltación del individualismo".
Los países más pobres, observaba el arzobispo, son los más expuestos a los peligros de una globalización mal entendida, que lleva a "la destrucción de los valores ligados a las tradiciones culturales ancestrales, la desestabilización de las conciencias y el desarraigo cultural de enteras generaciones atrapadas en una espiral que las lleva de la pobreza a la miseria".
Pero precisamente en un contexto de secularización globalizada, concluye, la Iglesia puede descubrir cómo hacer que resurja "el humanismo cristiano" y "proponer de nuevo los grandes valores morales", con "la Palabra de Dios capaz de fecundar los desiertos de la indiferencia y la superficialidad".
Fuente: VIS
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